SINOPSIS

El enfrentamiento entre el cóndor y el toro se dio principalmente en el sur andino: Apurímac, Ayacucho parte de Huancavelica, es decir tierras Chanca y rebeldes por naturaleza. Luego se expandió a Cusco, Arequipa, Puno. Las corridas de toros fueron principalmente campesinas o nativas, donde nunca se daba muerte al toro, y se cuidaba mucho al cóndor. En alguna medida el cóndor simboliza al mundo andino, es deidad de los Apus y mensajero, mientras que el toro es foráneo. Al final, fruto de la aculturación, el toro incorporado a la cultura andina, hoy recibe todas las atenciones del caso, como componente familiar. Como en otros acontecimientos, la sangre derramada en el ruedo se considera "ofrenda" a la tierra, a los muertos y heridos no les llora mucho, son parte de los muchos rituales a lo largo del año. El "Kuntur apuchin" es una ceremonia tal vez ya extinguida, ceremonia increíble de ritualidad al condor mayor o jefe de cuello blanco, donde podía escucharse el "canto de los cóndores" muy similar a como hoy en día tocan en las corridas nativas los "Waqra pukus o Waka waqras".